La creación del Bosque RMD 2 supone una innovadora apuesta y un firme compromiso para combatir el cambio climático y restaurar la biodiversidad
En un mundo cada vez más afectado por los impactos del cambio climático, las iniciativas que buscan restaurar la naturaleza y capturar CO2 se han vuelto cruciales. RMD ha querido dar un paso aún más firme hacia la neutralidad climática con su segundo proyecto de reforestación, bajo el nombre de Bosque RMD 2. Este esfuerzo no solo se centra en la captura de CO2, sino también en la recuperación de ecosistemas, buscando una solución a la deforestación y la pérdida de biodiversidad, dos problemas estrechamente ligados al calentamiento global.
La reforestación no es un proceso simple, especialmente cuando se introducen especies no autóctonas, como es el caso del cedro del Atlántico y el abeto Douglas, dos árboles elegidos por RMD para este proyecto pionero en España. Reconocido por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), el proyecto ha demostrado ser viable y sostenible, al punto de comprometerse a mantener la masa forestal durante 45 años. Esta superficie de 1,5 hectáreas no solo servirá como un sumidero de carbono, sino que también ofrecerá un refugio para diversas especies animales, promoviendo la biodiversidad en la región.
Los bosques tienen un papel crucial en la lucha contra el cambio climático. A través de la fotosíntesis, las plantas absorben el dióxido de carbono de la atmósfera, transformándolo en oxígeno y ayudando a regular el clima global. Según datos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), los bosques y suelos del planeta absorben alrededor del 29% del CO2 que emitimos anualmente.
Este proyecto de RMD va más allá de la simple plantación de árboles. A largo plazo, busca fomentar un cambio en la percepción sobre la reforestación como una herramienta clave para la mitigación climática. La empresa ha financiado este proyecto ensayístico que demuestra la viabilidad de estas especies no autóctonas, y con ello abre un nuevo debate sobre cómo podemos aprovechar mejor los recursos naturales para frenar el cambio climático. Además de neutralizar las emisiones de carbono, los árboles son esenciales para prevenir la erosión del suelo, y sus raíces y follaje ayudan a retener la humedad y sostener los ecosistemas.
Desde que la Unión Europea firmó el Pacto Verde en 2020, muchas empresas se han comprometido a ser parte de la solución. Este pacto tiene como objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 40-50% para 2030, y alcanzar la neutralidad climática en 2050. RMD se ha posicionado como un referente en este camino, buscando cumplir con sus objetivos climáticos para 2030, adelantándose a los plazos y ofreciendo un modelo a seguir para otras empresas que deseen contribuir a un futuro más sostenible.
Con el Bosque RMD 2, la compañía no solo está plantando árboles, sino que está sembrando un mensaje claro: la lucha contra el cambio climático requiere innovación, compromiso a largo plazo y una profunda colaboración con la naturaleza.
Cada árbol plantado es un paso hacia un mundo más verde y resiliente. Debemos unirnos como sociedad, gobiernos, empresas y ciudadanos, y trabajar juntos para alcanzar la neutralidad climática y proteger nuestro hogar común. El momento de actuar esa hora. Hagamos de la neutralidad climática una realidad y construyamos un futuro donde la naturaleza y la humanidad prosperen juntas.