Desde RMD nos hacemos eco de la interesante noticia publicada por la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje.
En España se generan cada año cerca de 300.000 toneladas de neumáticos al final de su vida útil (NFVU), cifra que en la Unión Europea asciende a 3.250.000 toneladas. El proceso de reciclaje del NFVU consiste en la trituración, granulación y molienda del neumático, además de una de separación del acero y las fibras textiles. Los productos obtenidos son granulado o polvo de caucho, acero y textil. Las múltiples aplicaciones de las materias primas secundarias obtenidas en el proceso de reciclado convierten al NFVU en un flujo de residuos que, convenientemente tratado, puede contribuir significativamente a un modelo de economía circular y a un desarrollo sostenible basado en el máximo aprovechamiento de los escasos recursos naturales disponibles.
“Con el uso de los productos derivados de neumáticos reciclados no solo se cumple con el principio de jerarquía de residuos, sino que se contribuye a la sostenibilidad y a la economía circular de una manera esencial”, advierte Alicia García-Franco, directora general de FER. Sin embargo, “la infrautilización actual de este material impide, además, que se reduzca considerablemente el coste energético y la contaminación en comparación al uso de materias primas vírgenes”, añade. Por esa razón, FER solicita una mayor implicación de las distintas Administraciones Públicas y de toda la industria consumidora para que incorporen este material resultante del proceso de reciclado en las infraestructuras y en sus ciclos productivos, respectivamente.
Las ventajas del empleo de NFVU también han sido ampliamente probadas en pavimentos de seguridad (parques infantiles, guarderías, residencias de ancianos, gimnasios…); pistas deportivas de atletismo y otros deportes, absorción de vibraciones en vías de ferrocarriles; barreras de seguridad y sistemas de protección de motoristas; ornamentación (jardinería y productos moldeados); aislamiento térmico y acústico en edificación; piezas de caucho (mobiliario urbano, ruedas, suelas de calzado, componentes para el sector automovilístico…); caucho regenerado, y caucho micronizado (para las bandas de rodadura de neumáticos).
Las ventajas son comunes a las de otras aplicaciones (contribuir al principio de jerarquía de residuos, reducir las emisiones contaminantes y el consumo energético…), pero, además, cada una de ellas tiene sus particularidades. Así, por ejemplo, los pavimentos de seguridad creados con NFVU para colegios, parques infantiles, residencias de ancianos, etc. destacan por su resistencia a cualquier condición climática; no sufren cambios sustanciales en su comportamiento a diferentes temperaturas; su producción es sencilla y tiene bajos costes de mantenimiento; son ideales para amortiguar el ruido, y son seguros por su capacidad de absorción de impactos.
En el uso de NFVU para vías de ferrocarriles, las principales ventajas son: buena atenuación de vibraciones; alto aislamiento eléctrico; posibilidad de circulación de vehículos no ferroviarios sobre la plataforma; bajo coste de mantenimiento, no contiene fijaciones ni elementos metálicos, y prolongación de la vida útil de la vía. Por su parte, en el caso de las barreras de protección para motoristas, el aumento de la seguridad es el principal argumento de este material a su favor.