El vínculo que existe entre los NFU y los mosquitos tigre
En las últimas décadas, España ha sido testigo de un alarmante incremento en los casos de enfermedades tropicales como el Dengue, la fiebre del Nilo y la Leishmaniosis. Lo que solía ser considerado como un problema propio de regiones subtropicales, ahora está emergiendo como una realidad cada vez más presente en nuestro país. Este fenómeno nos obliga a aprender a convivir con este nuevo escenario cuyos factores de riesgo están interconectados.
La crisis climática y la globalización son la principal causa de que la proliferación de estas enfermedades. El mercado globalizado ha generado un ecosistema de comercio internacional que puede transportar larvas de mosquitos en sus mercancías, pero ¿cómo es esto posible? El consumismo, el acopio desmedido de recursos naturales, las diferencias de regulación ecológica y la creación de residuos abundantes y difíciles de gestionar, ha provocado una situación dónde en cada país los gestiona de diferente manera, como es el caso de los neumáticos fuera de uso (NFU), quienes se cree que , por su gestión inadecuada y su tráfico, han sido una de las causas de la aparición en la costa andaluza de la fiebre del Nilo, siendo junto con la leishmaniasis considerada ya como una enfermedad endémica. Cabe destacar que el aumento de la temperatura global y por consecuente, la modificación del clima también ha provocado la migración de diferentes especies y enfermedades de unas zonas a otras, que, unido a un flujo elevado de turismo transatlántico, ha generado problemas sanitarios y disfunciones ecológicas.
El nicho de cría de estos mosquitos son los huecos de los árboles de las selvas subtropicales. Sin embargo, cuando la lluvia se junta con una temperatura elevada, y hay un recipiente que puede recoger esa agua, este se acaba estancando. Por ejemplo, en el hueco del neumático en desuso cuando no es gestionado bien y se dan estos factores meteorológicos, se genera un ecosistema que imita a la perfección al hábitat para la cría de estos mosquitos, poniendo sus huevos en las paredes del neumático con toda la naturalidad del mundo.
La OMS ha advertido de que el tráfico de NFU transportados en diferentes barcos que viajan de un punto a otro contribuye a la expansión de estas enfermedades. Estos neumáticos no siempre son gestionados de manera adecuada, lo que facilita la llegada de los vectores y agentes patógenos asociados. Por esta razón, se sospecha que la entrada de las enfermedades mencionadas en España está relacionada con la falta de gestión de los NFU.
La Junta de Andalucía ha creado un plan de acción para hacer frente a este nuevo escenario; al creciente desafío de las enfermedades tropicales en la región, un problema que cada año se hace más frecuente en la comunidad autónoma. Este plan tiene como objetivo principal aprender a convivir con esta nueva realidad mediante la prevención y vigilancia de los riesgos y factores que contribuyen a la propagación de estas enfermedades. Es importante destacar el papel de la gestión de (NFU) como hace RMD en su sede de Sevilla, ya que, más allá de darle una segunda vida a este residuo que tardaría miles de años en descomponerse, también ayuda a cuidar la salud y el bienestar de la sociedad pues mediante la correcta gestión y la futura reutilización de estos neumáticos, se evita y se previene la cría de estas especies de mosquitos.
Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España, se estima que se generan alrededor de 300.000 toneladas de neumáticos usados cada año en el país. Su descomposición es muy lenta y en un entorno natural puede suponer una grave contaminación de este. Por ello se ha implementado un sistema colectivo para la gestión responsable de los neumáticos cuando llegan al final de su vida útil bajo el nombre de Sistemas Integrados de Gestión (SIG). Al comprar un neumático nuevo, se incluye un coste adicional para su posterior gestión conocido como “ecotasa”. Una parte de estos neumáticos son reacondicionados para ser reintegrados en el mercado como neumáticos de ocasión, segunda mano o recauchutados, y otra facción se transforma en nuevos recursos siguiendo los principios de la economía circular. Los neumáticos usados y/o desechados se convierten en materias primas más amigables con el medio ambiente para diversas aplicaciones; el asfaltado de carreteras, la creación de pavimentos de seguridad en parques, el relleno de campos de césped artificial o incluso la producción de suelas de zapatos como hace RMD a través de sus marcas Tiresoul y Neusus. Anualmente, aproximadamente 200,000 toneladas de neumáticos al final de su vida útil son recolectadas y gestionadas en España, lo que representa alrededor de 16 millones de unidades.
NEUSUS URBAN: En Neusus Urban al adoptar políticas y prácticas que fomenten la gestión sostenible de los NFU, no solo estamos protegiendo el medio ambiente y la salud pública, sino que también estamos construyendo un futuro más próspero y equitativo para las generaciones venideras mediante la creación de mobiliario urbano sostenible. Es hora de reconocer el valor intrínseco de los residuos y trabajar juntos para cerrar el ciclo de vida de los productos, avanzando hacia una economía verdaderamente circular y regenerativa.
RMD: En RMD al adoptar políticas y prácticas que fomenten la gestión sostenible de los NFU, no solo estamos protegiendo el medio ambiente y la salud pública, sino que también estamos construyendo un futuro más próspero y equitativo para las generaciones venideras. Es importante reconocer el valor intrínseco de los residuos y trabajar juntos para cerrar el ciclo de vida de los productos, avanzando hacia una economía verdaderamente circular y regenerativa.